jueves, 11 de septiembre de 2008

Reflexiones: competencias, aprendizaje y mediación

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Ante la variedad de conceptos sobre competencias y aprendizajes, en efecto en su mayoría todos aterrizan a la inteligencia para resolver problemas cotidianos. Pero, además habrá que considerar que es el resultado “ ad hoc “ ante los cambios tecnológicos que están configurando radicalmente los mundos socioeconómicos en los que operan, precisamente, las competencias y en consecuencia los ciudadanos del siglo XXI deberán de adaptarse a la nueva realidad, porque de otro modo se quedarán en el pasado reactivista. Sin embargo no todo es miel sobre ojuelas, ya que las competencias, en su mayoría, se enfocan hacia el sistema empresarial-operativo, con menos porcentaje de competencias cognitivas. Las primeras generan objetos materiales, como automóviles, en cambio las segundas, conocimientos y ciencia


El autor estima que la competencia académica está siendo desplazada por la competencia operativa, como se corrobora con lo citado anteriormente. Se podría agregar, de acuerdo con el autor Ronald Barnett, que “ el interés de la sociedad-si no el del ámbito académico- se inclina hacia lo formal de conocimiento que tienen un valor de uso en el mercado del trabajo ”.[1] El autor identifica estas tendencias, la académica y la operacional, y afirma que ambas “ reflejan mundos e intereses limitados(el mundo académico y el mundo del trabajo)”

De acuerdo a la reflexión la competitividad operativa más bien responde a intereses empresariales, en contraposición a lo humanístico. De no acompañar el desarrollo de las competencias con reflexiones de fondo, las universidades podrían acabar transformando la formación que hoy se asume como una formación inteligente y ética para servir, en una formación automatizada y eficiente para ganar. Eduardo Arias en oposición al modelo operativo empresarial, sugiere “dejar de lado la competitividad con su subrayado laboral e individualista para desarrollar competencias que enfatizan el aprendizaje personal y en colaboración”.[2]

John Carson, “…parte de la razón por la que en la actualidad la competencia se considera un asunto de tan inmensa importancia potencial quizá sea la suposición existente en gran parte de la literatura de que se está viviendo una época de grandes e intensos cambios tecnológicos y que los ciudadanos del siglo XXI deben adaptarse a esta nueva realidad”.[3]

El aprendizaje es aquel que el estudiante se apropia de la realidad; del mundo; pero además lo transforma como parte de un proceso histórico de la civilización. Por lo general en el mundo académico la idea de que el aprendizaje significa fundamentalmente que el estudiante incorpora a su acervo personal unos nuevos contenidos

Los docentes sólo se limitan a enseñar contenidos y estrategias para mediar mejor el aprendizaje. A su vez el alumno reproduce pasivamente lo que el maestro le indica, sin ninguna reflexión.
De hecho no media, sólo establece una comunicación, ya que el estudiante se apropia de su propio aprendizaje. El concepto de mediación, aplicado a la educación, lo desarrolla Reuven Feuerstein y propone varias características que dicho proceso debe cumplir: intencionalidad, que tenga un propósito manifiesto y compartido, trascendencia, superara el aquí y el ahora; reciprocidad que haya interacción, es decir, participación activa del sujeto que pretende; significación, que cobre sentido y relevancia para el sujeto; y autorregulación.

Se le ha etiquetado al aprendizaje discursivo y memorístico, como no –significativo Gonczi concibe las competencias integrales y holísticas como una imbricada estructura cognitivo-ocupacional que “integra y relaciona atributos y tareas, que permite que ocurran varias acciones intencionadas simultáneas .Se realizan una serie de combinaciones para ejecutar una tarea en base a competencias y ocupacionales”.[4]

Confrontamos siempre los hallazgos conceptuales con los valores empíricos que hemos recuperado a propósito de otras investigaciones realizadas. Si bien esto lo hicimos a posteriori, se trata de buscar coherencia entre conceptos y la práctica universitaria. Asimismo se consideró la importancia que está teniendo el desarrollo de competencias en los niveles medio superior y superior.

Conflicto cognitivo la organización de los esquemas de entendimiento de la realidad que todo alumno tiene como estructura fundamental para orientar su propia y muy personal adaptación a la vida; también debido a que es en la acción y no sólo en el pensamiento, que el alumno opta por un modo de estar en el mundo al aprehenderlo, quedarse con él, cogerlo para su uso mediante la acción movilizadora.

Sin embargo, aún dejando en el centro de la praxis educativa universitaria la acción, debemos considerar que el discurso verbal tiene su propia fuerza y valores cognitivos, y no debe ser por tanto relegado a un segundo plano como algo indeseable. El lenguaje puede estar, y de hecho está de manera muy importante, al servicio del desarrollo de las competencias. Por encima de quienes no lo aceptan el discurso es parte sustantiva de la acción.

Todo aprehendizaje, con h, implica una apropiación de la realidad, mediante una asimilación y acomodación de esquemas nuevos por viejos. En su origen etimológico devela un acto intelectual humano de prender, de coger, de apresar, en fin, de acto mental de apropiación. Ausubel cuando habla de aprendizaje significativo, clarifica:“ el término <> también tiene el significado más usual y general de de nuevos significados ( conocimientos ) que antes no se comprendían o eran o inexistentes”.[5]

Fue muy didáctico el sistema de procesar la información, a través del uso del marcador, o crayola, y los comentarios que dieron respuesta a las preguntas guía al margen del texto. Resultó un aprendizaje innovador como parte de utilizar adecuadamente las tecnologías en trabajos de esta naturaleza.



[1] Barnett, Ronald (2001), Los límites de la competencia, Gedisa, España, p. 127
[2] Arias, Eduardo (2004), "Notas para refrescar la práctica educativa", en Sinéctica, No 24, Febrero-Julio 2004, ITESO, p. 41

[3] Carson, John (2004), "Definición y selección de competencias: reflexiones históricas sobre el caso del IQ" en Definir y seleccionar las competencias fundamentales para la vida, Simone Rychen, Dominique & Hersc Salganik, Laura, Coordinadores, FCE, México, p. 78

[4] Gonczi, A. citado en Diseño, implementación y evaluación de programas por competencias profesionales integradas, de González Gutiérrez, Mercedes; Espinosa Hernández, Jesús; López, López, José Luis y otros (2002), UG, México, p. 23

[5] Ausubel, David P. (2002), Adquisición y retención del conocimiento, Paidós, Barcelona, España, p. 33